Friday, March 9, 2018

Sobre mis votos para la elección del 11 de marzo


Me cuesta escribir sobre política, me cuestiono por qué debería hacer público mi voto o por qué debería sacrificar tiempo de estar con mi familia por salir a votar el próximo domingo. ¿Por qué gastar energía y tiempo en una clase dominante que no ha hecho más que burlarse de nosotros? ¿Por qué enfrascarme en discusiones por unos tipos y tipas que van en búsqueda de su interés personal? Veo Twitter y me aburren esas peleas de petristas y antipetristas, donde muchos defienden a Gustavo Petro como si fuera un mesías, y me dan ganas de recordarles que su mesías votó por Alejandro Ordóñez a cambio de puestos en la Procuraduría. Ahora Petro se vende como ecologista, pero no tuvo ningún problema en mover sus influencias como alcalde para que le dieran a su cuñado una licencia de construcción en La Conejera (el Petro dogmático que muchos temen, en realidad es otro político que se alimenta de prácticas clientelistas). Luego paso el “newsfeed” y me encuentro con la publicidad de German Vergas Lleras, y me repugna ver un tipo que se pavonea de estadista en Bogotá, pero se alía con políticos mafiosos en la provincia (aliados que tienen un prontuario más amplio que sus logros políticos). Veo a Duque repitiendo “Mano firme, corazón grande”, y jugando espejito con Álvaro Uribe, y es inevitable sentir fastidio por un político mitad rémora mitad títere. Mientras ellos se burlan de nosotros, nosotros nos peleamos, pensando que ellos son distintos cuando en verdad son tan parecidos: ególatras, dispuestos a hacer cualquier cosa con tal de saborear las mieles del poder.

Pero no involucrarse puede ser más costoso, no votar en el Congreso implica que aquellos políticos que compran votos, y aceitan maquinarias van a tener más fácil su acceso al poder legislativo. Si los apáticos le pararan más bolas al Congreso tendríamos más Robledos (Jorge & Angela), Lozanos, Sudarskys, Navarros, y menos Musas y Ñoños. Es decir, tendríamos un Congreso que controla y legisla, que debate y cuestiona para mejorar las iniciativas de ley, y no unos simples notarios que pasan los proyectos del presidente de turno, sin siquiera leerlos, a cambio de favores políticos pagados con partidas presupuestales y privilegios burocráticos. Aunque entiendo el desdén por la política (yo también lo siento), me preocupa ver a muchas personas de mi círculo no tener idea por quién votar a pocos días de las elecciones de Congreso. Si las personas educadas desconocen esto, ¿qué podemos pedirles a los sectores populares? Si el congreso no cambia, el país tampoco lo hará.

Esa apatía es la que me motiva a exponer mis votos, a ver si en algo puede ayudar el puñado de lectores que tiene este blog:

Por el Senado votaré por Antanas Mockus (Partido Verde #1), su discurso a pesar de ser repetitivo sigue siendo vigente. En un país violento y ladrón, necesitamos que un referente nos repita sin parar: “La vida es sagrada, los recursos públicos son sagrados”. Mockus es garantía de lucha contra “El Todo Vale”, su voto en el Congreso no se vende, se consigue con argumentos. Él es un referente de la lucha contra el clientelismo, como alcalde tuvo la capacidad de manejar un Concejo hambriento de burocracia, y pudo pasar sus proyectos a punta de argumentos buscando el bien común. A Mockus le cuestiono haber dicho que “Santos ha sido buen presidente”, pero él es humano, y por ende, en algo puede pifiarse.

Por la Cámara de Representantes votaré por Sergio Fernández (Polo # 102), joven de la línea de Jorge Robledo. De la mano del buen concejal Manuel Sarmiento, con argumentos ha desenmascarado el gobierno inepto y arrogante de Peñalosa (por quién voté, elección de la que me arrepiento todos los días). Fernández, como su mentor Robledo, son garantía de debates serios y argumentados. Se puede no estar de acuerdo con Jorge Robledo, pero hay que reconocerle su disciplina y ética como congresista, condiciones que seguirán vigentes en Fernández.  (Pensé en votar por Juanita Goebertus o Katherine Miranda, pero no puedo darle mi voto a Inti Asprilla quien encabeza la lista a la Cámara por el Partido Verde, pues a este tipo le gana la vanidad, y en sus intervenciones parece más un protagonista de novela que un político serio).

Voto por Mockus y por Fernández con la tranquilidad que al menos ellos dos no se burlarán de nosotros. Los invito a votar y así mitigar la presencia de clientelistas burlones en el congreso.

PD: Así como siento rasquiña al recordar mi voto por Peñalosa, me enorgullezco de haber votado por Antonio Navarro, y por Andrés Felipe Villamizar. Ambos congresistas rigurosos, apoyaron los acuerdos de paz, y en los proyectos legislativos que les hice seguimiento votaron del mismo modo que yo lo habría hecho. Harán falta en el Congreso. 



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