La cabeza ya está fría, ya se
puede empezar a dilucidar por qué en 2015 fue un año de desazón: la Copa América
dejó un sabor más amargo que dulce, se jugó un desastroso primer tiempo con
Argentina y un muy mal partido contra Uruguay por eliminatorias. Con el pasar
de los días ya se puede analizar qué le pasó a la Selección Colombia en este
año que ya acabó (afortunadamente):
1) El
fútbol es cíclico y no evolutivo: El partido que juega Colombia con Uruguay,
por octavos de final en el Mundial, es de lo mejor que se le ha visto a una
Selección Colombia. Llegamos a un techo (se jugó tan bien que Armero centraba
con precisión). Es muy difícil sostener un nivel de juego tan alto a lo largo
del tiempo. Desde ese partido, ya ha pasado año y medio, solo volvimos a jugar
en tan alto nivel contra Chile en el 2T por eliminatorias. Como hincha se piensa
si en 2014 se llegó a cuartos de final, seguro se llegará a la final de la Copa
América y para Rusia 2018 se alcanzara las semifinales. Ahora, la realidad es
que para clasificar al Mundial se va a remar desde atrás y posiblemente por
el 4to lugar o repechaje.
2) Pekerman
no ha estado fino: Al argentino antes de criticarlo hay que agradecerle. Colombia
llevaba 16 AÑOS sin clasificar a un Mundial, nunca había ganado dos partidos en
la cita mundialista. Con Pekerman salimos del ostracismo: quedamos en el 5to
puesto, tuvimos cuatro victorias en fila, al goleador del Mundial y lo más
importante: ganamos el respeto del mundo. Sin embargo, en 2015 Pekerman ha
fallado en cambios de partidos (en especial contra Uruguay y Argentina por
eliminatorias), le han faltado hacer microciclos con jugadores del FPC (Eso le
adelanta trabajo para cuando tenga que echar mano de alguien que le falte).
No ha encontrado el líder en la cancha, y no se entiende por qué no incorporó a
Mondragón (líder del camerino) como parte del cuerpo técnico.
3) Yepes
se pensionó de la Selección Colombia: Se fue Yepes y con él su liderazgo y
la seguridad de la defensa. Los centrales se necesitan tanto como el vanidoso
necesita de los aplausos. Yepes con su experiencia hacía que Zapata tomara las
decisiones correctas. Yepes lo organizaba: “Cristian salí. Cristian hacé la
falta. Cristian tírate al piso”. El negro hacía lo que le gritaba el capitán.
Ahora la dupla Murillo-Zapata comete muchos errores, son dos indios sin cacique
y por ello dan muchas ventajas: Zapata es bartolo, y Jeison Murillo por ser
joven es acelerado, siempre comete un error grave por partido. A esto hay que
sumarle que ambos son limitados en sacar limpio el balón desde atrás, algo que
Yepes hacía bastante bien. Sin Yepes fallamos mucho el primer pase y nuestra
defensa se ha vuelto tan firme como un flan.
4) Se
extraña a Aguilar: Palabras que nadie pensó que irían juntas, pero entre más
pasa el tiempo más se nota la ausencia de Aguilar. En primer lugar porque sin
Aguilar (y sin Edwin Valencia) nos tenemos que aguantar al limitadísimo Alex
Mejía, que no tiene salida ni marca (ni chicha ni limonada), si acaso corta el
juego del rival. Aguilar no solo marca, también se potencializa con Carlos Sánchez,
juntos son el soporte de la defensa de Colombia. Pero aparte de interrumpir el
ataque rival, Aguilar le lleva el balón a Cuadrado y a James más cerca del arco
rival. Con James y Cuadrado bajando a recibir, es más fácil para los rivales
contenerlos. Los centrales sin encontrar en quién descargar tiran el balón
hacia arriba, y los que saben solo lo ven pasar por las nubes.
5) Con
James y Cuadrado en buen nivel Colombia es imparable: Todos saben que James
fue el goleador del Mundial, pero muchos olvidan que Cuadrado fue el mayor
asistidor. Ambos se necesitan, pues en el fútbol como en el baloncesto no es suficiente
con tener un jugador desequilibrante, se necesitan al menos dos, pues a un
talentoso se le puede contener, pero con dos es muy difícil. En 2015 ambos jugaron
la Copa América, pero Cuadrado venía de un semestre en Chelsea donde tenía un
puesto fijo: detrás de donde se sienta Mourinho. Con un Cuadrado sin ritmo, los
rivales se concentraron en contener a James. Esto explica por qué en la Copa
América hicimos un gol en 4 partidos. A esto hay que sumarles temas de ego,
James a veces se le ve más actitud de diva que de capo del equipo. Cuadrado se
creía con capacidad de sacarse a todos los rivales en vez de hacer la fácil, y
solo encarar en los últimos metros. Necesitamos la versión 2014, cuando se
divertían jugando y celebraran bailando.
6) Sin
el Falcao de antes se nos perdió el gol: Un delantero vive de lo que
produce el equipo, si un equipo anda bien, el delantero no tiene que ser un
gran goleador, alguna va a empujar. Sin embargo, cuando el equipo está mal es
cuando más se necesita al delantero. Ese que con un cabezazo te da el empate, o
que de un rebote la empuja al arco. Colombia desde que se lesionó Falcao no ha
tenido este delantero. Bacca parece ser jugador de club pero no de selección (lo
único que ha hecho fue empujar a Neymar). Jackson pelea, gana mucho balón por
arriba, se esfuerza, pero el gol le es esquivo. Teo es mas un generador de
juego que goleador. Necesitamos al Falcao del Atlético Madrid. En 2015 en ocho
partidos de competencia oficial, nuestros delanteros han marcado un gol (Teo
contra Perú).
7) Poco
recambio de categoría: Pocos jugadores se han unido a Colombia
post-mundial. De lejos lo más destacado es J. Murillo pero aun así se sigue
extrañando a Yepes. Cardona lo ha hecho bastante bien, y los mejores pasajes de
Colombia fueron con él y James en la cancha. Daniel Torres se jugó un partidazo
en Chile (dio la razón a muchos que gritamos que estaba por encima de Alex
Mejía), Muriel es un excelente jugador para contragolpear. Pero arriba
muchos convocados nulos goles. Abajo el tema es más preocupante, sin los
laterales del mundial, tenemos que aguantar a Fabra un lateral que cumple con
el balón, pero que en defensa es tan malo que hace extrañar a Armero (Se podría
intentar con Deiver Machado). Con la suspensión de Arias, jugó H. Palacios un
buen prospecto, pero que apenas está acabando la primaria, para jugar
eliminatorias se necesita título profesional. Sin recambio y con lesiones el
déficit de Colombia se ve en el juego y los resultados.
El panorama es gris, pero el fútbol
es cíclico y no de tendencias, la tendencia de Colombia en estos momentos es
como la acción de Ecopetrol: para abajo. Pero como es cíclico, volveremos a
subir. El panorama para 2016 es esperanzador, en parte porque con los jugadores
que tenemos es difícil jugar peor de lo que lo hemos hecho:
1) Regresa Juan Camilo Zúñiga,
con él la experiencia en defensa, es uno de los mejores laterales de la
historia de Colombia, él puede jugar por izquierda (Así lo hizo en Nápoles en
muchos partidos) o mandar a Arias por ese lado para cerrar el boquete que deja
Fabra;
2) Sentar a C. Zapata poner a
“Pacho” Meza. El central de Santa Fe es tal vez el mejor central que juega el
continente. Anticipa, gana por arriba, tiene buen pase. Junto a Jeison Murillo
pueden ser una dupla que asegure el cero por muchos años en Colombia;
3) El regreso de Aguilar ya está
de un pelo. Luego de una lesión de casi 8 meses, el jugador está a punto de
reactivarse. Con él vuelve la conexión entre defensas y los que saben;
4) Cuadrado en Juventus está
recuperando la alegría y el nivel, se le ve menos egoísta, y más solidario en
defensa, junto a James volverá el volumen ofensivo;
5) Todos de rodilla, con los ojos
cerrados, y las manos juntas para que Falcao vaya a un equipo que le den cinco partidos seguidos jugando los 90 minutos, y deje
de ser un gato persa y vuelva a ser “El Tigre”. Sino creen en la recuperación
de Falcao, sigan en la misma posición y recen para que Pekerman se ilumine, y
que de la zurda de James y el desequilibrio de Cuadrado vuelvan los goles.
Si esto se da, Colombia vuelve a
un Mundial, y el 2015 pasará como un año que se empezó por un trago amargo, para
luego terminar con una celebración a lo colombiano.
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