Monday, December 21, 2015

Sobre este 2015 que ya pasó

Los años en la época del colegio eran largos, la mayor tragedia de esa etapa era que alguien perdiera el año, en parte porque debía REPETIRLO, lo que se sentía como una eternidad. A medida que se crece esto cambia, y se repite año tras año en lo últimos meses ese lugar común “este año se fue volando”. Un año ahora parece un mes, y la única manera de detener el tiempo, es haciendo algo afuera de la rutina, porque si los días se repiten la sensación es que cada vez van a volar más rápido los años (La monotonía hace que los días sean largos y los años cortos). Acá una lista de los que nos dejó el 2015, porque recordar lo que ya pasó es otro instrumento para detener el tiempo (por algunos instantes):

La esperanza: Lo más lindo que tiene la democracia es la alternación del poder. Poner fin a muchos años de un régimen y que llegue un nuevo liderazgo. Las elecciones de Bogotá, Venezuela y Argentina dieron un nuevo aire de optimismo, que para muchos terminó en fiesta (esperemos que sea fiesta sin guayabo). Los venezolanos se tomaron las calles como si hubieran ganado un Mundial, después de la paliza que le dieron en las urnas a Maduro y Cabello (Ahora en la Asamblea se dan el lujo de decir “Diputado Cabello espere su turno”). En Argentina, los inversionistas volvieron a poner los ojos en el país austral con la victoria de Macri. En Bogotá, a pesar de la contaminación, se respira con tranquilidad y esperanza no tanto por Peñalosa, sino por el fin de tres periodos de izquierda.

La decepción: Petro y se nula capacidad de auto crítica. Su manera de entender la sociedad como suma fija. Su discurso populista y miope “yo solo gobierno para los míos: los marginados”. Por su manera de expresarse siempre polarizando y polemizando. Por ese entendimiento torpe de la economía que entre más ricos haya es porque hay más pobres (entre mas ricos haya habrá menos pobres, pues el rico lo es por la plusvalía, y la plusvalía se hace con empleo. Además, mayor consumo e inversión, mayor circulación del dinero, esencial para el funcionamiento del capitalismo). Con Petro de alcalde perdimos un congresista extraordinario, por un mediocre burgomaestre que sigue los pasos de la izquierda chavista, en vez de aprender de una izquierda incluyente y responsable como la chilena.

El sabor dulce: El triunfo contra Brasil en la Copa América después de 24 años sin ganarles. Derrotarlos por segunda vez dejó una sonrisa de días, es más, solo al recordarlo la misma sonrisa vuelve. No hubo fútbol pero ese partido se ganó con huevos, los mismos que muchas veces la reclamamos a la Selección.

La amenaza mundial: El Estado Islámico. Lo de Paris fue lo que llegó a los medios de occidente, pero muchos olvidan que también volaron un avión con 220 pasajeros que salía de Egipto hacia Rusia (Eran turistas rusos que estaba en Sharm el Sheikh, una especie de Cancún de Egipto). A esto se le suma los asesinatos de otros musulmanes (en especial Chitas), y moderados. Igual que cristianos egipcios en un video que dio la vuelta al mundo. Es una barbarie, pero no es muy distintos a lo que hicieron los católicos en el siglo XVIII en París, el día que salieron a las calles a asesinar protestantes, sin importar que fueran sus vecinos de muchos años, en lo que se conoce como la masacre de San Bartolomé. Por eso, hay una cita que explica esto “Hay tres tipos de personas: lo que leen, los que no leen y los que una y otra vez leen siempre el mismos libro, estos últimos son los más peligrosos”.

La imagen: Los pocos segundos que duró el reinado Ariadna Gutiérrez en Miss Universo, y la paranoia general del colombiano de siempre sentir “que no están robando”. (De pésimo gusto los comentarios y chistes racistas en contra del presentador). Por qué no se puede pensar que fue un error y está.

La hazaña: La de Santa Fe que ganó el torneó del segundo semestre que todos los equipos del continente querían ganar. Con una nómina limitada, llena de Gordillos, Salazares, Balantas, pero con un arquero inspirado, un zaguero superlativo y mucho orden táctico y huevos ganó un campeonato eliminando a equipos históricos como Independiente y Nacional de Montevideo.

El ganador: Sin duda fue el vicepresidente Vargas después de las elecciones de octubre, a quien se refieren como Vargas Lleras, sin caer en cuenta que decir su segundo apellido es una estrategia de Vargas pues el Lleras le da esa connotación de estadista (o acaso decimos Pastrana Arango o Petro Urrego o Peñalosa Londoño). Fue tan evidente su victoria que el día de las elecciones en la alocución presidencial no pudo disimular su sonrisa, poco frecuente en su rostro (solo le faltó destapar la champaña). Ganó Vargas y su partido Cambio Radical, que de cambios ha logrado muy poco, pues su partido lleva periodos consecutivos en la Guajira, y allá siguen las mafias, la corrupción y los niños literalmente muriéndose de hambre. Pero Vargas es un genio de las comunicaciones, al punto que se desmayó en pleno acto público y lo que se entiende como una muestra de debilidad, se justificó como “consecuencia de sus extensas jornadas de trabajo”.

La expectativa: Tiene nombre y apellido: Proceso de Paz. Parece inminente que se firmará un acuerdo con las FARC pero no hay que ser un gran analista político para saber que este no se dará en marzo de 2016 como repite Santos (Lo mismo decía en las elecciones de 2014, que el proceso se firmaría ese año y ya pasó todo 2015). Los líderes de las FARC son astutos y saben que entre más dilaten el proceso, su posición de negociación va a ser más fuerte. En un momento del proceso se estaba negociando cuántos años pasarían los líderes de las FARC pagando sus condenas de justicia transicional, y ahora se está discutiendo es cuántos escaños vitalicios tendrán en el Congreso. Santos no tiene otra opción que esperar y ceder, sus cartas están encima de la mesa: su legado y su cada vez más limitado capital político dependen de la firma de la paz. Igual es mejor un armisticio imperfecto, que décadas y décadas de más sangre y dolor.

La recomendación: Los Ejércitos de Evelio Rosero. El libro es una joya, en él se trata con una gran narrativa, sutileza y dignidad la violencia de la que han sido víctima nuestros campesinos, el protagonista es un anciano, que disfrutas fisgoneando la esbelta figura de su vecina, a través de la vida cotidiana rural del anciano se describe con gran respeto y  precisión el sufrimiento de tantos años de guerra. Es perfecto para aquellos que desde la cómoda burguesía bogotana pregonan por la guerra.


La preocupación: La economía debilitada por el precio del petróleo. A Colombia le pasa siempre lo mismo, cuando todo está bien se duerme. Colombia se sintió cómoda en el tren minero energético, cuando los precios de los commodities estaban altos y dejó a un lado al sector manufacturero y la agroindustria. Ahora que los grandes productores de petróleo, en especial Rusia y EE.UU, han incrementado su producción y los grandes consumidores emergentes (China e India) no están creciendo a dos dígitos, se da una drástica caída de los precios. Hace no mucho Colombia producía un millón de barriles diarios, y los vendía por encima de US$100 dólares, ahora produce alrededor de 800 mil barriles a US$40 dólares. El totazo no es poca cosa. La economía ya lo está sintiendo, solo hay que mirar el mercado accionario (la segundo bolsa que más cayó en el mundo). El panorama en 2016 de los precios del petróleo parece más oscuro, si occidente normaliza relaciones con Irán, la oferta se incrementará. Además, la demanda de los países industriales por energía limpia cada vez es mayor, se habla en 2016 de un barril de 30 dólares. El problema está en que Colombia no tiene un plan B para desarrollar otros sectores productivos que compensen este caída. El 2016 va a ser un año durísimo, pero toda crisis es una oportunidad, y en este contexto surge la esperanza que se desarrollen sectores más sostenibles, que generen mayores empleos y que muchas regiones del país se inserten en el capitalismo global. 

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